La instalación de paneles fotovoltaicos en el hogar es una de las formas más sencillas de contribuir con el medio ambiente al hacer uso de energía renovable y gratuita
Desde la derogación del conocido “impuesto al Sol”, que dificultaba el aprovechamiento de la energía solar, el proceso se ha vuelto mucho más sencillo y barato y el autoconsumo fotovoltaico se ha convertido en una opción muy interesante.
Por lo tanto, si te estás planteando instalar módulos solares, aquí te contamos cuáles son las ventajas de este sistema y cómo puedes ahorrar gracias a ellos.
Ahorro eléctrico gracias al autoconsumo fotovoltaico
Lo primero a tener en cuenta es que con una instalación solar vamos a producir una energía libre de impuestos e ilimitada. Además, los paneles son muy duraderos (20 años aproximadamente) y se asegura su rendimiento mínimo con el transcurso de los años.
Gracias al autoconsumo cada usuario puede generar su propia energía, lo que supone una gran autonomía y, sobre todo, permite ahorrar en costes eléctricos. De hecho, se calcula que una familia o empresa podría tener un ahorro del 50% o incluso superior, según el número de horas de Sol de la zona en la que se encuentre la vivienda.
Lo primero es conocer con exactitud cuál es el consumo mensual para instalar la cantidad de módulos necesarios. Por ejemplo, con una inversión de alrededor de 5.000 euros es posible producir entre 3 y 5 kilovatios, energía suficiente para el consumo normal de un hogar. Una planta de este tipo se podrá amortizar en menos de 10 años y también le puedes sumar bonificaciones y ayudas.
Actualmente, existen subvenciones para la instalación y beneficios fiscales para los que ya lo hayan hecho, por lo que se reduce aún más la inversión inicial y se acorta el tiempo de retorno económico, por lo que se rentabiliza mejor esta forma de autoconsumo fotovoltaico.
Autoconsumo compartido y venta de excedente
Gracias al Real Decreto 244/2019 se han mejorado las condiciones del autoconsumo. En primer lugar, se aprobó el autoconsumo compartido en comunidades de vecinos o polígonos industriales que permite instalar paneles que suministren energía a distintos puntos. Es algo que necesita terminar de definirse porque en muchas ocasiones es complicado que una comunidad de vecinos se ponga de acuerdo. No obstante, presenta la ventaja de que los costes de inversión se reparten entre todos los vecinos.
Aparte, la misma norma recoge la posibilidad de vender excedentes, por lo que si produces más de lo que consumes, podrás sacar rentabilidad de ese extra. En ningún caso se recibirá dinero, sino una compensación. En la factura de la luz se especificará lo que se paga por la potencia (coste fijo), por el consumo de energía (coste variable) y se añadirá el saldo negativo de lo ahorrado por la electricidad vertida. A este proceso se le conoce como “compensación simplificada” y añade ahorro al autoconsumo. Este excedente puede ser, como máximo, de igual cantidad que la energía que hemos consumido, por lo que si planeas vender más de lo que consumes será necesario un registro como productor, porque en ese caso sí se recibirá dinero.