Hoy Becquel visita una instalación de placas solares, pero si aún no habéis leído el primer capitulo de sus aventuras, os dejamos el enlace para empezar las historias basadas en las energías renovables en Lleida.
Bien, después de pasear por el pueblo y cotillear un poco estos chicos de la energía solar decidí cambiar mi posición hacía la energía renovable. Hoy lo tengo claro, quiero conseguir visitar una instalación de placas solares.
Me pregunté a mi mismo si era real todo esto que intentan vender, sí de verdad será un ahorro de consumo y generación de energía verde, si quedará estético en la fachada de casa, si cuando hace niebla generaré la energía suficiente para poder sobrevivir unos días sin la fuente de energía principal en casa… Todas estas preguntas me salían mientras espiaba los chicos de Becquel en el tejado de mi vecino, sí, ese que hace dos días comentaba que no era el más listo de la clase por apostar en renovables para su casa.
Paseando por la calle me encontré a Mingo, otro personaje de la jet-set del pueblo. Mingo sólo piensa en salir los viernes para volver a casa los domingos a la noche. Rastrea todos los bares del pueblo en caza y captura de pareja. Tiene 31 años y una barba perfilada. Trabaja en el Ayuntamiento de Alcarràs como administrativo. Con Mingo tengo conversaciones muy intensas y hoy hablamos de la energía solar. (Es lo que tengo en mi mente desde que vi a Joel de Becquel en el tejado del vecino).
Antoni Becquel -Escucha Mingo, ¿Qué opinas de la energía renovable?
Mingo -¿De qué me hablas? ¿Energía qué?
Antoni Becquel -Si hombre, ¡aquí en Alcarràs lo hacen esos jóvenes cerca de Fruits Pep!
Mingo -Ah! ¿Esos jóvenes que el otro día hacían la charla informativa en el Casino?
Antoni Becquel -Sí, pero a mi no me vieron en esas charlas, no creo mucho en su efecto positivo
Mingo -Bien, creo que todo lo que sea mejorar el pueblo y su economía se tiene que tener en cuenta.
Antoni Becquel -Sí hombre sí, pero ya me intentaron engatusar el otro día con la instalación del vecino y ahora tengo la mosca detrás la oreja.
Mingo me acompañó hasta la nave donde tienen las oficinas los chicos de Becquel. Podemos decir que son emprendedores ya que comenzaron en una pequeña oficina dentro de una nave que les cedieron para poder trabajar. Subí las escaleras hasta su oficina y al entrar más dudas aparecieron en mi cabeza. Me pensaba en encontrarme descontrol, desorden y suciedad, vamos, como la sociedad actual, ¿No? Pues no, al contrario. Miradas de concentración, trabajo, orden y la primera sorpresa. Las mesas de trabajo son placas solares. ¿Original? Mucho.
Justo sin poder investigar más, Joel, el mismo trabajador que estaba en el tejado de mi vecino, salía corriendo de la oficina ya que tenía una instalación apunto de finalizar y quería dejarlo listo para que el fin de semana fuera productivo para el cliente. La primera mesa justo entrar es la de Jordi, el jefe. Él tiene 26 años y es alto como un pino. Me pareció muy cercano y profesional para poder explicar la energía solar a cualquier persona desconocida del tema y sin ganas de aprenderlo. Te cautiva. Después, al fondo, estaba Jordi Mélich, el informático, respetuoso, concentrado y con tres ordenadores encima la mesa. No dejaba pasar una. En el medio de los dos Jordis estaba Carles, no lo tenía controlado por el pueblo, él es el de marketing y publicidad. Parece tener el don de gentes que necesitan esta clase de trabajos. Eso sí, todo Apple, vaya fenómeno.
Además, tienen a Jhair, el otro chico que va con Joel. Es su instalador principal, joven y con ganas de aprender. Parece ser que tienen todo lo necesario para triunfar. En el fondo, me alegro mucho.
Después me senté con Jordi (jefe de Becquel). Mantuvimos una conversación pero quise ir al grano.
Antoni Becquel – Buenos días de nuevo, el otro día vi que instalabais placas solares a mi vecino, yo no confio mucho en esto de las renovables pero…. me pica la curiosidad y quería informarme.
Jordi – Bon dia Antoni, encantado de tenerte en nuestras oficinas, si más no, ya estás más interesado que el otro día, Joel ya me contó! jajaja!
Antoni Becquel – Iremos al grano, ¿Cual es la parte negativa de tener paneles solares en casa?
Jordi -Ningún Antoni, ¿Cómo puede ser malo generar tu propia energía sin depender de nadie?
Antoni Becquel -Bien, algo malo tendrá. Según leí por Internet dicen que el precio de instalación es elevado y que el tejado tiene que tener ciertas especificaciones para poder tener placas solares.
Jordi -Elevado, Elevado, no. Si haces números con tu factura de la luz seguro que puedes encontrar el ahorro sin que yo te diga nada. Además, se pueden instalar placas solares en el 99% de tejados del pueblo.
Antoni Becquel -Bueno, y, ¿Yo puedo visitar una instalación? Me gustaría para tener más razones para cambiar mi mentalidad.
Jordi -Sí claro, ¿Ahora? ¿Puedes Antoni?
Antoni Becquel -(voz interior) me tiene en el bote, ¡me voy arrepentir! – ¡Pues vamos, que no hay tiempo para perder!
Antoni visita una instlación de placas solares
Salimos de la oficina hablando sobre las elecciones locales. No sabemos cómo acabará pero que hagan caso al pueblo. En menos de 10 minutos habíamos cruzado la calle, entrado en la residencia y estábamos paseando por el tejado superior donde estaba ese mar de placas solares de Becquel.
-¡Qué barbaridad! -exclamó Antoni
Jordi -¡Sí, eh! Aquí hay aproximadamente 700 placas solares y la residencia tiene un ahorro significativo de 40.000 euros al año. Es brutal poder tener ese ahorro con una inversión que amortizas en un tiempo relativamente corto.
Antoni Becquel -¿Cuánto tiempo necesitasteis para finalizar la instalación?¿Un mes?
Jordi – (Se ríe por debajo la nariz) No hombre, en unos cinco días estaba todo en orden (sin contar las estructuras que vino Jhair unos días antes)
Antoni Becquel – ¡Olé! qué máquinas! ¡Ya podríais ir a recoger cerezas que no acaban nunca delante mi casa!
Estuvimos unos diez minutos conversando con Jordi y pensando interiormente que el cambio era posible. Era viernes por la tarde y todos queríamos desconectar aunque Jordi se volvió a la oficina.
Cuando Jordi se fue estuve pensando en que si una residencia de gente mayor puede generar y ahorrar esa cantidad de energía eléctrica, ¿Cuánta energía puedo generar y ahorrar yo?
Cuando Jordi se fue estuve pensando en que si una residencia de gente mayor puede generar y ahorrar esa cantidad de energía eléctrica, ¿Cuánta energía puedo generar y ahorrar yo? Tengo muchas dudas que sólo se pueden resolver con mi grupo de los viernes en el Casino de Alcarràs.
(Tengo miedo, estoy cambiando por dentro. Odiaba a mi vecino y ahora empiezo a ver que a lo mejor no es odio al 100%) Ahora bien, por mucho que acepte generar mi energía (verde) va a ser mejor que mi vecino.
Si no habéis leído el primer capitulo, os dejamos el enlace para iniciar las aventuras de Becquel y las energías renovables en Lleida.
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