Diferencias entre el butano y el autoconsumo
A día de hoy, en el mundo disponemos de una gran variedad de combustibles para alimentar la energía de nuestros hogares. Este artículo pretende mostrar las principales diferencias entre el butano y el autoconsumo:
Gas butano
El gas butano pertenece a la clasificación de gases licuados del petróleo (GLP) y es el combustible más usado en los hogares españoles. Se emplea, sobretodo, en lugares donde el gas natural no tiene acceso y se obtiene a partir de la destilación del petróleo, por lo que contienen altos componentes caloríficos. Al tratarse de un gas inodoro e incoloro, durante el proceso de tratamiento, se le añade un aditivo para dotarlo de olor y que pueda detectarse en caso de fuga.
El uso del butano se encuentra ampliamente extendido y ofrece una cantidad de ventajas que lo colocan entre las opciones más escogidas:
- El consumo está controlado, puesto que se compra mediante bombonas de butano.
- Es un combustible cómodo y sencillo de adquirir, puesto que se puede pedir a domicilio sin necesidad de desplazamiento.
- El precio de cada bombona depende de su valor en el mercado, por lo que cada dos meses se regula.
- La instalación del butano es compatible con la del gas propano.
- No requiere de costes de instalación elevados y es fácil de montar.
No obstante, como todo combustible fósil, presenta gran cantidad de efectos negativos a tener en cuenta por parte del consumidor:
- Su uso no es adecuado en lugares fríos o con temperaturas bajas, puesto que posee una resistencia muy baja que no soporta lugares frescos.
- Es una energía limitada que depende todo el tiempo del suministro, puesto que el hecho de que se reponga cuando la otra bombona se agote, hace que en todo momento se tenga que estar pendiente de su consumo.
- Precisa de controles cada cierto periodo de tiempo.
- Los expertos no recomiendan tener más de dos bombonas almacenadas en casa, puesto que puede poner en peligro la seguridad de los que viven dentro.
- Se trata de una energía que emite gases nocivos para el medio ambiente aun mayores que los del propano o el gas natural.
Autoconsumo
Esta nueva forma de abastecer el hogar se consagra como una de las apuestas más emergentes en nuestro país, tanto, que el gobierno lanza planes para financiar sus instalaciones y ofrece descuentos para pagar y disponer de todos los materiales. Pero su reciente entrada al mercado hace que los usuarios desconozcan las características y los beneficios de sus servicios.
El autoconsumo deriva de las energías renovables, por ejemplo, a través de recoger la radiación solar, el viento o la lluvia. La tecnología ha desarrollado sistemas para transformar todas estas fuentes inagotables en energía para el consumo del hogar. Entre sus virtudes más destacables, se encuentran:
- Ahorro económico: el 70% de todo su combustible procede de los recursos de la naturaleza, por lo que el 30% es lo que el consumidor paga en la factura, reduciendo el gasto eléctrico mensual.
- Eficiencia energética: regulan y permiten un consumo moderado. Además, su baja dependencia del combustible convencional emplea un uso responsable y concienciado con el medio ambiente, puesto que apenas desprende partículas nocivas de Co2.
- Inversión que se recupera con rapidez: si bien es cierto que puede costar al principio un poco más que en el caso de los combustibles fósiles, se trata de un proyecto que a largo plazo amortiza todo lo empleado en su instalación. El hecho de que se ahorre en la factura eléctrica permite que el usuario recupere todo su dinero.
- Se trata de un sistema fácil de montar y sencillo de mantener.
No obstante, el autoconsumo tiene sus defectos:
- Su gasto inicial es mayor que el de otras energías.
- Se precisa de un espacio amplio en el exterior, como terrazas o tejados, para asegurar una correcta instalación.